junio 29, 2006

Me gusta creer


En mi poder de pensar y de llorar, así como en el mal que digo y en nefastos episodios de mi vida.
Vivo de mis recuerdos en lugares mágicos, con misiones divinas y del mal que e derrotado con la espada de Atenea.
Desde el suelo me e levantado dos mil veces hasta hoy, a sabiendas que me levantare muchas más.
E estado en los cielos junto a zeus pero jamas e mirado hacia abajo a otro hombre, ni sus defectos lograran que lo haga.
Mi codicia a hecho que guarde mil templos como salomon y lo seguiré haciendo por toda la eternidad, como me fue encomendado por magos y estrellas.
Conjuros y pociones de afrodita, les daré para amores clandestinos, a orillas de un camino y a la vuelta de una iglesia, para amantes fugaces como estrellas que dejan hundir sus cuerpos en pasión.
Dejare correr a los niños junto a Aquiles hacia un precipicio para que sus mentes puras generen alas y no conozcan límites.
Reiré con fuerzas llamando a baco, para que todos se contagien, romperé esquemas y paradigmas como Rene para que nadie se detenga, me sentare junto a pablo en una plaza para dar de comer a las palomas, puras y vagabundas como ÉL.
Caminare con perros callejeros como Penrril, quienes me mostraran el camino hacia ti y lavare tus pies como Ieova ya lo a hecho.
Viajare de planeta en planeta con Apolo, buscando agua para darle a los sedientos, surcando los cielos cual Eolo por el viento, puro y silencioso, hidalgo cazador de hojas caídas y suspiros, recolector de ideas y oraciones.
Cantare y danzare junto a las mareas, para poder ver a triton y las sirenas en fiestas submarinas...
Así me gusta creer… y pensar.

junio 26, 2006

un tulipan


Tulipán, húmedo de besos, seco de aliento.
Nube calida de pensamientos y sueños,
Cae en mi este pétalo, escrito de rosa y sin miedo.
Te tomo en mente y confundo tu paso en mi beso,
Recorro mis aguas de viento y árboles de otoño,
Llenos de primavera, perfumes dulces de placer,
Incólumes de esencia y en vorágines de palpitaciones.
Así recorre mi mano en tu delgado filo,
Sin cortes, ni espinas, ni esquinas, ni dedos,
Solo tu borde de delicados pétalos sin pétalos.
La niebla cae en tus ojos y los míos se doblan,
En trozos pequeños, donde no existe la luz ni los rincones.
Donde solo existe tu beso y tulipanes.