junio 15, 2009

Errante


Rompo al llanto ciego,
sin medida y a espasmo,
cual escalera que cruza el cielo en sones de oscuras cuerdas.

Es sinfonía de lamento,
de la más gris pena,
del más oscuro recuerdo.

Rebotan mis lágrimas en el suelo,
inmaduras niñas fugaces que corren sin importar su destino,
listas al descanso eterno.

Húmedo mi rostro gira buscando un puerto,
la vista nublada no da respiro
y las manos sucias de suelo comen de estos versos.

Esta noche a lo lejos marca el regreso,
sin paciencia ni cobijo,
con la mas sinuosa mirada que a la ilusión vuelve acertijo.