El hierro también se oxida.

En la voluntad de luz se ve,
deja de preguntar por horarios,
que poco a poco sueltas mi mano
y sin renuncios cobra tus espacios,
todo cae sin abrazos cuando en mi respiración todo lo empaño.

Amor, amor, amor,
deja que este beso te toque la gana,
como el rechazo mas profundo de la piel,
como calendarios que arrancan tus fechas del jardín,…
mírame bien, que llorar no es necesario,…

Esta caravana de manos ya no rompe en ganas, ni invitan a ser,
ni en alta mar toca su luz encarnecida,…
levántate y bésame,
que aun sigue tu sonrisa en la fe,
bebe al menos uno de mis rezos para que tu sonrisa vuelva a saber a miel.

Relato 31

Te veo meneando el cabello,… a tres metros del destino, como jugando a nublar la vista de todos en el día mas plano y de nadie. Sopla y sopla el viento bajo tu falda dulce, acariciando suave tus piernas, como las manos entre las telas, como el polvo entre los dedos. Se ve tu nuevo calzado, simples hasta la pobreza, delicados,… como tus pómulos rosados de frescura ingenua, o tal vez del calor que ronda al aroma de mujer joven,… eres música y poema cuando giras, eres clara y rosa, eres orilla cerrada en lo hondo de la cama. Ya sigue tu camino y detengas mas las miradas, siente la culpa un segundo de ser todo,… y nada.