
Siento clara la mente y suspiro tras suspiro sale mi lengua brillante con versos disonantes, como si la voraz garganta de la dicha sorbiera mi verborrea en cada instante. Es difícil saber si la sonrisa merma el llanto, pero entre dedos y aullidos, la alquimia de ir a tus adentros logra el dulce sentido de correr en la ensenada tu vientre. Es tan húmedo y cálido,… si aun siento la fragancia de amarte correr por mi cuerpo, es la sinfonía de ires y venires, la extraña conjunción de verte a los ojos y tu viendo a nada, mientras galopas al encuentro de tu luz. Es sentir tu vos calma gritando en círculos, como si un ocho cayera al suelo y en saltos de rodillas cayéramos en el,… es infinito en finito encuentro, como el amor de amarte, como la vida de vivirte, como el lugar de la despedida, donde jamás volveremos a despedirnos y encontrarnos.