Hoy quiero morder tu boca, lamiendo cada esquina de ella, robando tus suspiros mas íntimos y así comerlos y degustarme con ellos. Es un viaje intenso, que humedece mi respiro y acelera mi pecho; entonces te tomaría corto por la cintura en un rápido abrazo, negándote el paso y permitiendo tu estancia. Mis ojos se cerrarían y la chista iluminaría el camino de mis manos, cuando estos dedos nerviosos se abalancen al mas abismarte atajo; sintiendo tu piel húmeda y calida sobre la mía, palpitando mi regreso a tus adentros y vaciando la agonía de morderte de nuevo. Entonces nuestros cuerpos aun juntos cantarían esta hermosa melodía, entre te amos y caricias perdidas.
