marzo 31, 2008

El asesino


Me arrastro bajo las hojas,
silente y decidido,
hoy he venido a dar muerte a este pasado
que presente apaga mis suspiros.

Es extraño, me siento con el interior revuelto,
como medio carcomido por gusanos,
se que no soy el mismo fuerte,
no soy el mismo aullido,…
ahora soy el decidido,
el que compensa sin presencia,
el que vuelve café y amarillo al rojo furioso de mi destino.

Tengo empuñado mi cuchillo
y camino a paso firme a su encuentro,
la batalla es firme y delicada pero ni las ramas de tu pelo,
ni el viento de tu grito,
nada opaca mi frente convencida
y sedienta por ese esperado alarido.

Clavo en tu centro mi metálico amigo,
recordando la paradoja de antes no ser cuchillo
y en centro mas bajo que un ombligo,
viendo como la liquida redención escurre por mis manos
y su cuerpo se vuelve pastoso.

Este ha sido mi asesinato más macabro,
el que nunca cumplirá su función,
el que siempre vivirá dentro de alguna memoria
y nunca olvidara la traición de una roza que se volvió magnolia.