
Solo veo este enorme rectángulo de esquinas sinuosas,… espero un segundo y la vida me lleva, el humo me toca el cuerpo y pasos se alejan. La soledad aparece y el viento me esquiva. -Tan esquiva te has vuelto que no logro silenciarte y en un instante te vuelves eterna-. Comienzo mi viaje y el dolor me golpea, rostros fúnebres me dan la bienvenida, con aliento a muertes y ojos cristalinos. ¿Como he de extrañarte tanto?, ¿es tu huella tan profunda que no deja liberarme?, ¿o es acaso tu aroma a flores que carcome mis pasos?..., deja que me aleje despacio, como silente mendigo que aun espera por tu abrazo, deja que sea tu inerte aliado que la pena de no tenerte será lo que hoy me ha liberado.