
Avispas salieron de tu boca,
Y tu pelo enmarañado me detuvo como algas al salir del mar.
Tu vientre sabía a pan de una catedral,
Y supe que el fuego que era aveces propio ya no lo era,
Ya era mas sincero y miramos la laguna de la eternidad.
Miradas de criminales salieron de tus ventanas,
Y el balde regó su alma en este día ensangrentado.
Laberinto de escamas, con miedo de atravesar la frontera,
Dibujará un espiral de la derrota como cualquier extraño.
Quien oscurece la flor de la memoria
O roba un verso del olvido
O roba un verso del olvido