Culpas de silencio

No soy culpable por cruzar el miedo,
ni por rebotar alrededor de cada paso,
como si suspirara en la esperanza mas arraigada.

Soy inocente, lo reconozco,
no fui hecho para la culpa,
siempre busco el sentido
y las piedras del camino,…

… me dejo ir,…
me abalanzo en un “te amo”,
en un cariño y un beso.

Es como si soltara las amarras del destino,
como si lograra ver un “tu y yo” bajo las sabanas,
…y me arropo en ellas,…
entonces puedo ver tu piel y como sendero la sigo.

No es culpa lo que siento,
sino miedo a no ser más tu espejo,
ni tu, mi compañera en el silencio.