
Siento tu pena de acero,
mientras cubres el sol con un dedo,
prestando luz hasta a la luna
y sin respirar pierdes la paz.
Como trigal dudas y la fe se esconde en tu pelo,
como cancerbero antes de explotar;
cuando de fósil vive el resplandor en tu pecho
y sin perdón cae a la vedad.
Eres una flor cerrada que jura al sol no pestañar,
mientras le hablas sin escuchar,
escondida sin encuentro,
-así para que buscar-.
Esta montaña que llevas dentro es luz oscura,
que ciega tu piel cuando tratas de entender
que la justicia no es penumbra
mientras cubres el sol con un dedo,
prestando luz hasta a la luna
y sin respirar pierdes la paz.
Como trigal dudas y la fe se esconde en tu pelo,
como cancerbero antes de explotar;
cuando de fósil vive el resplandor en tu pecho
y sin perdón cae a la vedad.
Eres una flor cerrada que jura al sol no pestañar,
mientras le hablas sin escuchar,
escondida sin encuentro,
-así para que buscar-.
Esta montaña que llevas dentro es luz oscura,
que ciega tu piel cuando tratas de entender
que la justicia no es penumbra
y abajo de la arena un abrazo no sabe que hacer