noviembre 16, 2009

Relato 11


La llovizna cae y te encuentras tan lejos, las lagrimas del cielo borran lento tu nombre de mi piel, igual que tu sabor,… esta ciudad es tan oscura si no se esconde el mirar,… el mar no llega aquí y mis pies no llevan a el, como tu espalda que no tocan mis dedos, es huir al balcón por un respiro del corazón y la puerta de par en par toca el desorden que llevo dentro,… al galope nos despeinamos y esta boca comienza las frases que no elegí,… las viejas novedades brillan con blancos que queman y sin bruma en este cuarto te puedo escuchar, siguiendo la estela de tus manos al pasar, hoy quiero empaparme de tu piel sobre esta mesa, donde no hay vestigios de plata y a solas me encuentro con tu placar.