abril 01, 2011

La era de una noche


Mmm,… envuelme en tu siniestra sombra, como las boas a sus presas, con una sonrisa en tu silueta, con tu fragancia que mata, con tu ternura que aun falta.

Tócame despacio, que este cuerpo aun añora la distancia y a veces,… reniega de su propia ignorancia,… deja que sea tu momento, uno de real importancia.

Abusa de tu sapiencia y llévame a conocer la ignorancia, como de chico se intenta un baile y grande se sonroja de lo abrupto de la inocencia.

Deja que dispare en tus adentros, como bombas que estallan en mi pecho, como la más sutil brisa de primavera o la abrupta intervención del invierno.

Ruego al cielo e infierno, que esta sea la ultima bienvenida, esa se queda entre el ojo y la pupila, como la carta nunca escrita de pasión, olvido, ternura y despedida.