Este infierno medio los soles que debo recordar, este incendio, dos lagrimas, alma, infinitos caminos… palabras…

Hoy me siento vacío y tu imagen ronda mi mente,
Habitas en este cuerpo fundido sin estar en el,
Carcomes mis ideas en tu suspiro y lejos estas ahora…

Camino en estos versos sin luz,
Recorriendo mis penas nubladas,
Como un sonámbulo a sus sueños…
Vivo en este momento mi muerte,
Y escabrosos son estos segundos,
Vuelo ante tu mirada impávida,
Esperando el resplandor de mí reflejo…
Suelo encantarte en cualquier lugar,
Sin roces, ni besos, sin tu aroma,
Me paralizo y pienso en este altar…
El silencio no es tiempo perdido,
Y los misterios de esta laguna son eternos,
En el infinito de este reloj…
Vuelvo la mirada descubriendo el camino,
Sintiendo tus pasos ajenos,
Hundiéndome lento, muy lento…

Saludando la derrota

Que es esto que aflora, me destroza el pecho,
Y hunde mi frente. Corta mis manos y rodillas…
Quema el cielo en mi presencia con carros de metal fundido.
El tiempo llora y de sus lágrimas beben mis demonios.
Donde el cielo se une con la tierra y el sol camina bajo.
El disfrazas de humano ya no me queda y se destruye con mi aliento,
Recorre la brisa suave como una vorágine de histeria sin perturbarla.
Me corrompe y mi cuerpo gotea, sin contener nada desde dentro.
El brillo del agua trae paz pero esta desaparece en un sol nocturno,
Que cual hidalgo guerrero viene por mí… a llevarme a mi descanso…

Son esto versos de derrota,
De la más profunda tristeza,
De sonrisas al viento y flores en el pelo…
Como no amar este recuerdo vivo,
Si carcome mi esencia en un suspiro,

Y olvida a este loco enamorado…