abril 14, 2008

Relato 24


Hoy te vi después de tanto, tu sonrisa era la misma, solo que esta vez era por otro, la sangre me hervía y mi mirada caía. Quizá lo había entendido de antes, de mucho antes, lo distinto es que ahora te tengo enfrente,… lanzaste un hola sonriendo, media nerviosa y yo solo baje la vista al suelo, sucio y lleno de colillas,… escuchaba el latir de mi corazón como nunca antes y mis manos transpiraban,… transpiraban y era como si tus “te quiero” se escurrieran al suelo por mis dedos, regando el pavimento y mis lagrimas junto a ellos. De pronto pienso en cuanto te quiero y en las ganas de asesinarte, pienso en todo lo que un día te dije y oí de propia boca,… respiro hondo y solo veo como giras tu rostro, simulando que no te importa que no devolviera el saludo,… el cielo cae en mi espalda y me siento malo, frustrado, enojado conmigo,… quizá si te hubiera saludado habríamos hablado,… quizá después de unos cuantos cafés habrías soltado un te quiero,… quizá habrías dicho que mi cariño siempre fue sincero,… quizá ese habría sido tu regreso,… quizá,… quizá,… quizá,… enciendo un cigarrillo maltrecho y como si fuera poco temblando lo enciendo, vuelvo mi vista atrás y ya no estas. Como si un balde de agua cayera por mi espalda me encuentro aun viéndote como idiota, aun estoy enfrente tuyo, aun agitas tu mano y tu sonrisa sigue nerviosa… alzo mi mano saludándote pero esta vez es otro el que se lleva tu sonrisa,… como ves, no a funcionado nada de lo que pensé,… no me sirvió mi entrenamiento para olvidarte,… nunca estuve listo para encontrarte.