diciembre 31, 2007

Destino numero 3


Me vuelvo potrero de tus caricias, como si el viento tocara a cada paso mis mejillas. Tus pies están fríos y los míos los cobijan en el más silencioso arrullo,… a veces me pregunto por que poseo tus latidos y sin respuesta alguna los bebo y me limpio.

Soy tu brisa pasajera y tú la mía, como si por conjuros fuéramos destinados a hacernos compañía, una compañía que nos consume y gasta, pero a la vez nos enreda y calma.

Camino por la senda de los pesares, como si la lluvia robara mis suspiros y tú los recogieras tras el camino, camino que no avanza y rueda por todos los destinos.

Entonces me detengo aprisa, sintiendo tu aroma en mi ventana, viendo como mi pecho se acelera y canta,… un mundo entre tú y yo,… una vida no hecha,… una libertad sin mentiras,… una verdad sin palabras,… un suspiro sin lamentos,…

Entonces me vuelvo ceniciento de mi mismo, odiando mis manos sin saber el motivo, a sabiendas que los héroes ya no existen y yo no soy el mismo,… ni el de antes, ni el de mañana,… un distinto ocasional, un distinto en el camino,… un distinto sin destino.