abril 07, 2009

Lo delicioso de no ser olvido


Que delicia es tomar tu cuerpo entre mis brazos,
sentir tu pecho latiendo fuerte en un suspiro recogido,
como si tomáramos un respiro de lo habido
y sorteáramos la desdicha del olvido.

Si aun te recuerdo en mi cuerpo tembloroso e impregnado a ti,
cierro mis ojos y en mi lengua aun te saboreo,
eres miel que escurre despacio en mis manos,
como delicada caricia de tu aroma profanado.

En mis ojos aun puedo ver los tuyos,
así como tu canto aun suena en mi oído,
deja que este canto sea solo mío

y que mi arrullo no viva en el olvido tuyo.

abril 05, 2009

Atado a un amor


Veo las escamas de tu discurso,
escamas que cortan mi cara a cada palabra escupida en furia,
como si la vida se fuera por la puerta chica
y el amor la siguiera de cerca.

No logro tomar tus dos manos a la vez,
cuando tu rostro gira en la oscuridad,
alejándote despacio y desapareciendo a cada momento.

Mis pies se pegan al suelo,
entre barro y desencanto,
como si me hundiera en la triste idea de perderte
y nunca volver a verte.

Corto por lo angosto y me arrojo a las letras,
quizá buscando el vomito de esta pena
o el alarido estremecedor de la rabia que se aferra,
es furia entre dientes
y lagrima apretada de estas manos que no saben tocar el corazón,
ni llamar al deseo por pasión.