
Soy tu pequeño barco de cristal cuando lloras, que con tres horas de amor se enrosca y busca arrullo en el brazo de tu sombra. Aun cuando el viento borra la blanca estela de tu estrella, no faltará la cruz que deba cargar y azotes de las cortinas que deba pagar como las bolas en mesa de billar.
Soy tu sombra de noche, esa que no se aleja de ti,… se hacer maduro tu nombre cuando tu beso golpea en mí, como antigua melodía que resuena en mi esqueleto y entre llantos llamas la metáfora de esta voz. Como el diablo que bebe de la luna y jugando al naipe fuma esencia sin parar.
Soy tu rojo cuando te enamoras para siempre y el corazón no lo pensó, se perder sin sentir lamento, como presentimiento de temblor y el cielo en pasos de amores no cambió, como hoy no cambia un beso arrojado al sol y sin cantos mágicos como niños dejamos de jugar junto al árbol del panteón.
Soy tu cómplice de amor, aun cuando sólo a ti te besa el nuevo sol, que ronco escupe abrazos de calor, como la eterna mancha que esconde un respiro y busca solo un dedo que apunte sin dolor,… quizá mañana a ti vuelvan los pájaros ,quizá te saluden como un día saludamos al sol.
Soy tu sombra de noche, esa que no se aleja de ti,… se hacer maduro tu nombre cuando tu beso golpea en mí, como antigua melodía que resuena en mi esqueleto y entre llantos llamas la metáfora de esta voz. Como el diablo que bebe de la luna y jugando al naipe fuma esencia sin parar.
Soy tu rojo cuando te enamoras para siempre y el corazón no lo pensó, se perder sin sentir lamento, como presentimiento de temblor y el cielo en pasos de amores no cambió, como hoy no cambia un beso arrojado al sol y sin cantos mágicos como niños dejamos de jugar junto al árbol del panteón.
Soy tu cómplice de amor, aun cuando sólo a ti te besa el nuevo sol, que ronco escupe abrazos de calor, como la eterna mancha que esconde un respiro y busca solo un dedo que apunte sin dolor,… quizá mañana a ti vuelvan los pájaros ,quizá te saluden como un día saludamos al sol.