Cobija y fotografía

Me cobijan estas letras y tu fotografía,
viendo a lo lejos tus manos cansadas,
como si un barco pasara por ellas,
como si en lo oscuro una Bela fuera tu estrella.
Camarón dormido y usurero,
flagelo de todo este cementerio,
¿Por qué te haz ido?,
¿ha sido acaso un renuncio al olvido?,…
sorteo las capas de mi cuerpo,
como si buscara aun tu aroma en ello.
Sol perdido, te haz fugado de la mente,
ya no habitas mis respiros, ni yo tus latidos,…
somos ya carne de olvido,
susurros perdidos de una era ciega,
convulsionantes pasajeros de un largo sueño,…
somos un atardecer de melancolías sin dueño,
ni fugaces glorias estruendosas de un leño.
Cierro mis ojos doblándome al recuerdo,
viendo este cielo tan oscuro e inmenso,
como si volviera a la cobija y tu fotografía,
como si volviera a las oscura agonía.