abril 20, 2008

El dulce sueño solitario.


Ya no buscaba pasos, ni esquirlas; pero ahí aparecieron sus ojos negros, como almendras generosas de un huerto, su cuello era fino y delgado, de cintura estrecha y sonrisa dispuesta.

Me quede viéndola y así notó mi mirada, sonreía medio entupido, las manos me temblaban; entonces arrojó su nombre a mi pecho y fugaz me escurrí entre sus labios, como buscando un beso a la distancia o tatuando tu mirar en mi mano.

Entones fui causa y ella efecto, como bailando tras las cortinas claras y mostrando sin miedo lo que viniera en gana; de pronto veo mi camino hasta esta morada, y veo mis rodillas rotas, y veo mis ojos aun rojos, y su mano esta mas cerca,…tan cerca,…

La mire profundo y un beso resbalo en mi mente, quizá debería haberla tomado y acortar su cintura en mi mano, beber del mas dulce néctar de sus labios y no haber vuelto a mirar el pasado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE LINDO ESCRITO
SIEMPRE LOS DULCE SUEÑOS
SON GENIALES......MAS ESE
TIPO DE SUEÑO O SITUACIONES
QUE SE DAN MAGIMANTE SIN
BUSCARLAS.o

ME GUSTO MUCHO TU ESCRITO :D

BESITO
BYE

Anónimo dijo...

POR FIN COMPADRE...