junio 30, 2008

Relato 86


Y mi voz calará hondo en tu oído y mi sueño llegará a tu almohada, cuando rasante pasee lamiendo tu vientre a versos y excomulgue mi mirada. Deja que te cante estos versos rojos, sin miramientos y disparando a mansalva, deja que caiga sobre ti esta ráfaga de tonos inciertos que comen mi lengua a cada disparo; Y así paseo al filo de lo cierto, subyugando el deseo, como si este sujetara mis dedos a cada paso que doy a tu encuentro. Entonces tus colores cambian y tus hielos se derriten, y mis labios te prueban, y los tuyos me abrazan, me abrazan como niño asustado, asustado de carne y de hueso, asustado de castigo y deseo. Ahí es cuando abro los ojos y sigo te sigo viendo, aun sin mover mi cuerpo, cuando tenue sonrío de lejos. Ven, toma mi mano, vamos de nuevo.

2 comentarios:

>>Con vista hacia el ocaso dijo...

Como un pez yendo al fondo del mar...moviendose en la misma sintonia de las olas, confundiendo la suavidad del agua con el roce de las sedas o pétalos de oro y miel que se pierden en tu cuerpo....
Respiros que caen en desenfreno penetrando en el silencio mas profundo de este encuentro, deja el miedo. saldrás de este jardin envuelto en flores de invierno y seguras sonriendo a lo encierto.

Anónimo dijo...

Wuauu!!! al parecer tienes muchos relatos XD .... es incrible que puedas expresar lo que te pasa y sientes de una forma tan especial, me da la impresion de que no necesitas esforzarte para que las sensaciones afloren... bueno espero que estes bien y que todo te este resultando como esperas

cariños


Nicol