Eros

Soy océano en tus venas
cuando giro en espiral entre las sabanas y tus piernas,
me mueve el sabor de tus labios y tu aroma a primavera…
como torpe mosquito que choca todo lo que hay a su paso voy a tu encuentro,
y engaño la sed bajo la inocente excusa de tu beso.
Y escribo desde esta distancia,
tan lejos de tu cuerpo,
tan deseoso de tu ganas,
tan ardiente como tus ojos.
Como quisiera amarte ahora sobre esta mesa,
dejando tu cuerpo sobre ella
y mascar tus gemidos en mi sorda oreja.
Tomaría tan fuerte tus piernas
y me hundiría tan hondo que hasta la muerte me vería saludarle,…
una y otra y otra vez.
Entonces bebería de tu piel mojada,
escurriendo en tu pecho y vientre,
invadiendo tu boca en un beso,
como si mordiéramos al mismo deseo en persona
y muriéramos por ver lo habido.
Solo queda mantenerme silente
y esperar mi momento de amarte otra vez.