noviembre 24, 2008

La odiada rata


Como duele a veces quererte,
duele como que un silencio no hable,… o lo diga todo.
Como duele que una nota no suene a canción,
si el sonido grita entre vaivenes de ruegos,
entre lamentos y deseo.
Esta, a veces, es mi música entre las sienes,
con ruido ronco y olor a cigarro,
como viejo que toce sus últimos aires.
Escucha mi arpegio infinito,
entre sectas y segundas,
que raudas corren como el agua a la cascada,
deja que entren en tu caverna
y que saquen de tu mente a la rata.
Deja que nos escuchemos de nuevo sin pensar en mañana,
sin caer en el olvido pero viviendo ahora lo que aun no se ha perdido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mucho tiempo sin saber de tí...hoy me dió esa curiosidad por ver que haz escrito.

cada vez más bellos y profundos tus escritos.

espero que te esté yendo muy bien.
y ojalá que nos veamos algún día...

que estés bien niño...bye

(frutillita)