
Murió la edad donde Mabel era la protegida y sin música la vida cambio, andaba todo al revés y sin ella todo se fue. Dejo la salida de baile en baile, de juerga con las amigas y la pista vacía, así con las luces se protegía, girando y girando le hablo a el, lleno de comentarios de rigor y mentiras,… oculta en la multitud y su cuerpo recostado sobre el de el. Fingió saber cuando recién aprendía, entonces como tatuaje desteñido me fui borrando de su piel, con el curso de las manos de el que decoloraban mi nombre de su piel,… ella dirá que fue la media noche, dirá que la luces de color la durmieron y en un segundo de descuido recobrara mi corazón. Así es Mabel, hay un dolor abandonado, el que seguirá con los años y en el rincón de nunca más, tu pasión de utilería ya no servirá para recordar.
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