Sentir tu pena oscilante al son del llanto, es pena mía que curte el sueño como este sabor amargo. Ser inerte que habita tu encanto, es ver la vida con el trozo más pequeño que abandona el vientre y dos pechos llenos de cantos.
Deja que hable tu cercanía, que no conoces la razón de la soledad, deja pasar esta falta de luz que pronto será esencia de olvido, deja que tu llanto corra como el río, que pronto la vida sonríe en solo un suspiro.
La sombra siempre pasa y las puertas se cierran, pero la vida sigue,… sigue y sigue, como un día continuó su camino,… para no volver sobre los pasos ya dados y sentir que el vivir valió lo dolido.
El alma nunca seca su raíz, ni la flor del olvido, pero deja que este verso llegue al fin a destino, no soy quien quisiera y me refugio en el recuerdo vendido, como algún día seré vida en lo que jamás se habrá perdido.
Deja que hable tu cercanía, que no conoces la razón de la soledad, deja pasar esta falta de luz que pronto será esencia de olvido, deja que tu llanto corra como el río, que pronto la vida sonríe en solo un suspiro.
La sombra siempre pasa y las puertas se cierran, pero la vida sigue,… sigue y sigue, como un día continuó su camino,… para no volver sobre los pasos ya dados y sentir que el vivir valió lo dolido.
El alma nunca seca su raíz, ni la flor del olvido, pero deja que este verso llegue al fin a destino, no soy quien quisiera y me refugio en el recuerdo vendido, como algún día seré vida en lo que jamás se habrá perdido.
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