Interno en mi refugio,
en el gran árbol,
donde espero revolviendo mi corazón.
Vuelan todos hasta los pájaros,
cuando abro mis ojos junto a la luna y el sol.
Veámonos pronto por el atajo,
ahí donde te deje yo.
Juguemos este juego de escondidas,
entre el cielo y lo que soñamos hoy,
en lo negro y lo blanco,
juguemos en lo fresco de este barco.
No te rías bajo,
deja que las hormigas en tus pies hagan el amor,
usa tu vuelo a ras del pasto,
donde muere el viejo y vive el santo.
Quitémonos la ropa
y que el brillo de tus senos alumbre el mostrador,
deja que lo gordo y lo flaco quepan en este,
nuestro pequeño grano de arroz.
en el gran árbol,
donde espero revolviendo mi corazón.
Vuelan todos hasta los pájaros,
cuando abro mis ojos junto a la luna y el sol.
Veámonos pronto por el atajo,
ahí donde te deje yo.
Juguemos este juego de escondidas,
entre el cielo y lo que soñamos hoy,
en lo negro y lo blanco,
juguemos en lo fresco de este barco.
No te rías bajo,
deja que las hormigas en tus pies hagan el amor,
usa tu vuelo a ras del pasto,
donde muere el viejo y vive el santo.
Quitémonos la ropa
y que el brillo de tus senos alumbre el mostrador,
deja que lo gordo y lo flaco quepan en este,
nuestro pequeño grano de arroz.
1 comentario:
Belleza en la sutil mirada de tus palabras.
Bikiño.
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