enero 18, 2010

El árbol de los sueños


Interno en mi refugio,
en el gran árbol,
donde espero revolviendo mi corazón.
Vuelan todos hasta los pájaros,
cuando abro mis ojos junto a la luna y el sol.
Veámonos pronto por el atajo,
ahí donde te deje yo.
Juguemos este juego de escondidas,
entre el cielo y lo que soñamos hoy,
en lo negro y lo blanco,
juguemos en lo fresco de este barco.
No te rías bajo,
deja que las hormigas en tus pies hagan el amor,
usa tu vuelo a ras del pasto,
donde muere el viejo y vive el santo.
Quitémonos la ropa
y que el brillo de tus senos alumbre el mostrador,
deja que lo gordo y lo flaco quepan en este,
nuestro pequeño grano de arroz.

1 comentario:

 Mayte dijo...

Belleza en la sutil mirada de tus palabras.

Bikiño.