
Cuan triste es ver como mis manos rozan tu cuerpo
y saber que no te tocan,
si la hoya del deseo no enciende por más llamas que tenga la propia historia.
Se vuelve loca la mente y el cuerpo trastabilla,
en la mas intensa búsqueda de la lujuria que no devora,
si tan solo fueras parte de mi cuerpo,
si tan solo fuera parte de tu deseo,
si tan solo el sol tomase a la luna,…
amantes llenos de lujuria que por centurias vigilan la llegada del otro
y este no se detiene a su paso.
Tan triste es la visión que entrega la tarde,
triste como tu partida que solo deja lluvia a los pasos
y que ignora la radiante luz de los días claros,
vete y no mires atrás,
vete pero no olvides que aquí yace tu dulce compañero,
el que nunca fue tu amante.
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