abril 20, 2010

La "R" del valor


Supe de aquel hombre un día de invierno, cuando la primavera coquetea en el viento y trae las sonrisas a quienes poco a poco se suman a los amores, de esos que solo duran lo que un respiro pero se quedan hasta que ya no madrugan. Dicen que era duro como el hierro, que su vista no dejaba escapar ni el viento, que no decía mucho y que a veces se calaba el sombrero. Vestía de verde la mayor parte del tiempo y quería no volver a cortar su pelo,… tenia dos amantes que veía a lo lejos, una que sonreía a sus pasos de padre y otra que lo llamaba en sus sueños. Era tosco por fuera pero blando por dentro, de mirada dulce y bonachona como pocos que ahora recuerdo, sostenía siempre en su mano un cigarrillo. Supe que era valiente de niño,… un día oscuro como la noche salio de improvisto, la prostituta de muertes aguardaba, esa que no avisa y dispara, esa que parte dichas y devora valientes. Un destello que dejo un agujero en los pechos de quienes lo conocieron, un destello que se llevó a ese hombre tan cerca de cumplir su sueño,… será amarga la partida de este hombre viajero, pero aun ahora -.si se ve con cuidado a lo lejos.- se puede ver su sonrisa en los cielos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha calado tan hondo en mi pecho saber como pudieron tan bien conocerlo, saber de sus sueños casi alcanzados y de su valentia a prueba de hierro.. saber que en el corazon de un joven de ojos azules y a veces tristes habia tal admiracion y recuerdo..
Gracias mi niño rubio por este homenaje a quien fuera y sera siempre el amor de mis sueños...Gracias por no olvidarnos , porque nunca te olvidaremos

 Mayte dijo...

Y en el camino seguira..lejos de los que se quedan, cerca de los que acunan.

Un biko grande.