Me llama al silencio, de esos que te callan hasta el alma, me llama a mi infancia, con mi viejo escuchando los charchaleros, olores a café,... matico y mate. La nieve en las ventanas, mi madre cocinando algo rico, -como siempre-.
Mi hermano y su guitarra cantan, mi hermana, sus muñecas y yo, la madera tapaba el lugar,... y el calor de la chimenea,… todo suena a sonidos de antaño, como casualidades o otras rarezas que pasan, por donde quiera que ande,... todo me conduce a ser lo que fui,… especialmente la casa, esa casa que ya añosa ve sus últimos días, cuando desde sus rincones me abraza la emoción.
No exagero si les cuento que lloro, que necesito el agua de la lluvia, que necesito un cariño en la espalda,…
Las cosas peores ya pasaron,.. y no las creerían,... y en el sacrificio jamás vi el fantasma del pasado, ni escuche la respiración de nadie,... y nada termino en lo mismo.
Jugaba a solas conmigo, recostado en el diván de mis sueños y fantasías,... Pero se que me hace falta,... y ya no se llegar ahi. Me encantaría volver a aquellos días,… volveré cuando pueda,... cuando sea el momento, su armonía asecha,... y juego a las escondidas con ella, un juego que siempre amé y hasta ahora muero de ganas por jugarlo nuevamente… espero no estar muy viejo ya; y todavía quedan restos, de esos que nunca se fueron, de esos que no me dejaron en la soledad. Es una promesa que no duele,... y llena los espacios suficientes para aun recordarlo.
Mi hermano y su guitarra cantan, mi hermana, sus muñecas y yo, la madera tapaba el lugar,... y el calor de la chimenea,… todo suena a sonidos de antaño, como casualidades o otras rarezas que pasan, por donde quiera que ande,... todo me conduce a ser lo que fui,… especialmente la casa, esa casa que ya añosa ve sus últimos días, cuando desde sus rincones me abraza la emoción.
No exagero si les cuento que lloro, que necesito el agua de la lluvia, que necesito un cariño en la espalda,…
Las cosas peores ya pasaron,.. y no las creerían,... y en el sacrificio jamás vi el fantasma del pasado, ni escuche la respiración de nadie,... y nada termino en lo mismo.
Jugaba a solas conmigo, recostado en el diván de mis sueños y fantasías,... Pero se que me hace falta,... y ya no se llegar ahi. Me encantaría volver a aquellos días,… volveré cuando pueda,... cuando sea el momento, su armonía asecha,... y juego a las escondidas con ella, un juego que siempre amé y hasta ahora muero de ganas por jugarlo nuevamente… espero no estar muy viejo ya; y todavía quedan restos, de esos que nunca se fueron, de esos que no me dejaron en la soledad. Es una promesa que no duele,... y llena los espacios suficientes para aun recordarlo.
2 comentarios:
Y cómo música envuelve el alma, la acuna y se despiegla en tus palabras. Sí, tan cercanas.
Biko.
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