
Abro los ojos y me guardo en la espera de un abrazo, abro mi corazón y siempre espero que de mi pecho salga el sol, sin ser cojo de ves en cuando rengueo, deja que este sea tu manco que sin boca sea tu ser sin adiós.
Deja que jueguen los viejos y que dios apunte al pescador, deja que baje del cielo que los santos no saben de lo alto que es este amor, que giren todos, gordos y flacos, que todos tenemos un lugar en tu corazón.
Deja que jueguen los viejos y que dios apunte al pescador, deja que baje del cielo que los santos no saben de lo alto que es este amor, que giren todos, gordos y flacos, que todos tenemos un lugar en tu corazón.
Tomemos el atajo que abre tu pecho blanco como la nieve, que abre pasos al fresco que no es loción, volemos bajo el casco de la hormiga sin pasto, que este es el frasco que se bebe despacio y sin tenedor, ríe con tu sonrisa amplia que vamos de paso por esta población,… que este es el atajo que hay entre tu y yo.
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