abril 28, 2008

Fin del Delito

Corrí y corrí, como cabro chico asustado, me sentí delincuente un instante pero la lluvia enfrió mi mente y pude ver lo ahí ocurrido.

Tanta tortura, tantos pedazos, tantas personas; me vi rubiecito y ahí tirado, como si la vida me hubiese arrollado… No fue así

No fue asi, solo fue una mas, una de muchas mas; como esas que de pronto extiendes tu mano y recibes un escupo en la cara, y este corre raudo al suelo, y tu estomago da vueltas, y tu dignidad ya la espera en el frío pavimento.

Me detengo un segundo como para respirar este susto y sin más solo me quedo viendo el crimen ocurrido, trazando en el suelo cada pacto no cumplido y la vida aun no hecha, así como las vueltas que algún día entre la melsa y espinas.

Entonces fue el momento, aquel momento donde la idea te golpea y la sangre cuaja; este crimen no ha sido mío, el cabro chico ya se ha ido y la lluvia, esta lluvia por fin se ha detenido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

todo fin ...tiene grandes comienzos...