Y así, de pronto me encontró la tristeza,... cuando ya parecía tan lejana, tan ausente. esta fiel compañera me vuelve a visitar, con sus ojos grandes y abrazo apretado, con corbata bien anudada y satisfecha de comida.
Es a veces necesaria, pero no la extraño en estos días,... si parece que ya la olvidaba, que ya no existía,... que ya, por fin me dejaba.
Es extraña compañía la que asoma ahora,... toma mis manos con las suyas frías, baja los parpados sin sueño y cansa su espalda en la mía. Su velo su cubre el rostro y vuelve los colores a tenues miradas, como espejo en la noche, con brumas de mañana. si a veces me preguntaba donde estaba,... pero no la extrañaba.
Elegante y seria, creativa y sincera,... y así de pronto me encontró la tristeza.
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