Un amor como final de cumbias que se abandona en el salón, a
medias triste, a medias completo, a medias en llanto y a veces solitario. Como incomprendido
resabio de las lunas de verano y de aguas estancadas en las alturas,… casi como
un cuento de Edgar, casi como las sumas de un sindicato triste,… casi tan lleno
como esta luna que nos deja.
Y si fuera tan mentira como cierto? Y si tú y yo nos fuéramos
a pique con toda esta fuerza?,… y si tu y yo no nos amaramos solo en nuestros
espejos grises?,… tan perdidos y lejanos como todos,… hoy en la misma camaya fría,
sin nuevos ojos dulces entre nosotros y sin amor del bueno que limpie nuestros
rostros sucios.
Hoy este amor se muere entre nuestros dedos,… se muere bien
muerto como fiambre en vitrina, esa que se muestra rostros coloridos y amores pálidos
que colman las ventanas de todos y no toman las manos de ninguno.
Ahora te sigo amando en silencio, aun cuando haces tus cosas
y cosas de cosas sin importancia, mientras la arena cae en nuestras horas y los
granos marcan cada golpe de miradas tristes,… y aun en silencio parece no
importarnos,…
Y aun cuando el abrazo busca el brote, el orgullo no muestra
alientos de cansancio, ni señales de partida,… aun el “te amo” entre mis
dientes se mueve lento y tú lo alejas a prisa,…
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