Ebria soledad

Bebo de beber obtuso mientras la vida me roba un segundo,…
bebo con esta copa en la mano mientras me devuelve lo ya vivido en un segundo.
Por esto bebo en esta copa rota que se escurre en mi boca
con cada sorbo que de ella bebo,
que de beber no muero pero de vivir añoro,…

Esta copa bebe conmigo en la sombra,
como la mas oscura compañía que nunca demora,
como las vividas memorias que hoy jueves y un domingo añora.

Deja que beba esta copa sin culpa,
que es esta la que me trae devuelta de donde vengo,
donde soy y a donde voy,…

Esta copa rememora tu eterna demora,
como la mas fugaz sonrisa de mi boca
o la mas obscura estrella que aun se rememora.

Deja que beba esta copa, esta ultima copa
como la más ferviente testigo de que aun ahora,
soy tu verso roto que circula la boca.

La norma

Sin rezar a nadie pude deslumbrar la luz,… a pesar de estar a ciegas.
Como palpando las inquietudes de mis dilemas,…
y entonces apareció la duda,
fue cuando descubrí que era jardinero de mis dilemas
y como buscando respiro no culpe a nadie mas que a mi.
Era carrusel de mal interpretaciones pero al menos hacia el intento,…
y paso el tiempo,… mientras seguías teniéndome a tiro.
Llevo tu mano en mi mente como la mayor de las dudas
pero esta noche todo es tregua.
Con cada gota que el tiempo evaporó de mi frente y mas allá,
se volvió mi sombra en penumbras,
como la magia de un beso que escapa al punzón de los celos
que un día se quemó en las llamas de algún mundo posible,
por que a la larga todos dan lo que tienen
para poder recibir lo que con el tiempo se transforma y llega sin ser la norma.

El solo

Sentir la soledad tan profunda es sentir tu lejanía,
sin ver tu rostro en mi ventana mí,
ni mis dedos en la tumba de tu falda.

Me remeso tan hondo cuando no te tengo,…
y pensar que ahora no estas por que yo quiero,…
es puñal en mi pecho y sordo encuentro con aquel vuelo.

Deja que hable esta pena por mis dedos,
la misma que no canta en mis ojos,
aun cuando de frente te veo,…
si fuera esta mi partida,
seria la mas angustiosa que habita en mi memoria,
aun cuando sin el corazón roto emprendo la lenta marcha,
esa que es solo de ida y sin vuelta.

Relato de un moribundo

Si mi muerte estuviera cerca, me dedicaría a ver mas amaneceres y dejaría de ver cada ocaso que la vida me a mostrado, quizá hablaría menos y dejaría escurrir solo las palabras que en realidad importan,… como amor, gracias, perdón, te quiero,… quizá pasaría menos tiempo pensando en cosas de tanta cultura pero sin duda pensaría mas lo que digo. Me recostaría desnudo al sol, quizá sobre el pasto o arena, disfrutaría mas los que quiero y dejaría el computador de lado,… escucharía mas las voces de quines me rodean y dejaría de quejarme tanto. Daría menos órdenes y dejaría que las cosas corrieran como un dulce riachuelo, hundiría mis pies en el agua fría del mar, a ver si logran limpiar mis errores, aun cuando de ellos siempre aprendí. Iría mas a caminar solo, como buscando sonreír con esas cosas pequeñas y tontas que solo sacan sonrisas a quienes saben cuanto cuesta sonreír hoy en día. Les diría a quienes amo que son importantes, les agradecería todos los que alguna vez hicieron por mí y a quienes no, les diría que no importa por que la vida nos enseña a no esperar y que las sorpresas son bellas y que un lagrima no siempre es de pena,… Que el dolor siempre pasa y que al final solo lo bello es lo que queda como ultimo retrato en nuestras mentes y que el dinero no te hace mejor, y que los bienes materiales no te los llevaras a ninguna parte, que un abrazo apretado nunca se olvida, que amar y haber perdido es mejor que nunca haber amado,... que la vida tiene extrañas formas de decirte que eres importante y que no es necesario escucharlo de las personas, solo una sonrisa basta. Que hoy es el mejor día de tu vida y que jamás olvidaras a quienes alguna vez te quisieron,… ni ellos te olvidaran,… quizá en ese momento podría sentarme en un lugar tranquilo y ver el espectáculo que esta por venir. Gracias a todos los que alguna vez fueron, son y serán parte de esta bonita aventura de vivir.

El viaje

Soy tu pequeño barco de cristal cuando lloras, que con tres horas de amor se enrosca y busca arrullo en el brazo de tu sombra. Aun cuando el viento borra la blanca estela de tu estrella, no faltará la cruz que deba cargar y azotes de las cortinas que deba pagar como las bolas en mesa de billar.
Soy tu sombra de noche, esa que no se aleja de ti,… se hacer maduro tu nombre cuando tu beso golpea en mí, como antigua melodía que resuena en mi esqueleto y entre llantos llamas la metáfora de esta voz. Como el diablo que bebe de la luna y jugando al naipe fuma esencia sin parar.
Soy tu rojo cuando te enamoras para siempre y el corazón no lo pensó, se perder sin sentir lamento, como presentimiento de temblor y el cielo en pasos de amores no cambió, como hoy no cambia un beso arrojado al sol y sin cantos mágicos como niños dejamos de jugar junto al árbol del panteón.
Soy tu cómplice de amor, aun cuando sólo a ti te besa el nuevo sol, que ronco escupe abrazos de calor, como la eterna mancha que esconde un respiro y busca solo un dedo que apunte sin dolor,… quizá mañana a ti vuelvan los pájaros ,quizá te saluden como un día saludamos al sol.

Relato 11

La llovizna cae y te encuentras tan lejos, las lagrimas del cielo borran lento tu nombre de mi piel, igual que tu sabor,… esta ciudad es tan oscura si no se esconde el mirar,… el mar no llega aquí y mis pies no llevan a el, como tu espalda que no tocan mis dedos, es huir al balcón por un respiro del corazón y la puerta de par en par toca el desorden que llevo dentro,… al galope nos despeinamos y esta boca comienza las frases que no elegí,… las viejas novedades brillan con blancos que queman y sin bruma en este cuarto te puedo escuchar, siguiendo la estela de tus manos al pasar, hoy quiero empaparme de tu piel sobre esta mesa, donde no hay vestigios de plata y a solas me encuentro con tu placar.

Lo intoxicado

En búsqueda del paseo eterno y con 3 monedas en el bolsillo,
¿Será suficiente para empezar a decaer el deseo?,…
la mente cae en notas disonantes, de esas que te hacen volar a estados infinitos
–.como si fuera parte de esto, como si fuera parte de aquello.-
las eras de amar se han ido, como la nieve en primavera y tu,
tu tan lejana lo buscas entre sueños.
Toma de un trago el veneno, este veneno que tiene su nombre
y en el naufragio de sus ojos, tendrás cuidado con las rocas del destino
que pronto te harán fumar callado,… cuando escuches hablar de amor.
Sin ver las redes tendidas caerás por el fruto tan codiciado,…
del que ya conoces el sabor y la trampa espera,
mas cuando la crees sincera. Aun cuando sea hace mucho
-.ojo que yo la escucho.-
Se hace sorda la demora y con manos de trapo no veras que es blanco de tacto,
y dejándote acariciar sabrás que sólo parecen respirar.

Relato 04

Solo veo este enorme rectángulo de esquinas sinuosas,… espero un segundo y la vida me lleva, el humo me toca el cuerpo y pasos se alejan. La soledad aparece y el viento me esquiva. -Tan esquiva te has vuelto que no logro silenciarte y en un instante te vuelves eterna-. Comienzo mi viaje y el dolor me golpea, rostros fúnebres me dan la bienvenida, con aliento a muertes y ojos cristalinos. ¿Como he de extrañarte tanto?, ¿es tu huella tan profunda que no deja liberarme?, ¿o es acaso tu aroma a flores que carcome mis pasos?..., deja que me aleje despacio, como silente mendigo que aun espera por tu abrazo, deja que sea tu inerte aliado que la pena de no tenerte será lo que hoy me ha liberado.

La lucha de tenerte lejos

Tu beso en el mío y con tu lengua de anzuelo en nuestro río,
mi voz calma viaja en rumbo paralelo,
te muestro cuanto sigo en tu sonrisa a favor del viento,…

es música que brota desde el rincón mas profundo de nuestra guerra,
cuando pedaleamos en curso de colisión,
es nuestra batalla de manos tomadas,
donde ninguno conoce victoria a solas
y el silencio aflora cuando esta calla.

Esta es nuestra sinfonía de gloria,
cuando el cielo clama venganza al destino
y una a una las gotas de nuestras manos apretadas,
caen victoriosas a sombra de nuestra almohada.

Sin razón

Corro, me lanzo, caigo y a todas las horas los versos se van quemando, como en refugio del fuego, como los recuerdos de un día que talvez dieron calor, se van sin dolor ni cielo,… como los besos que llevaron al llanto, como el sudor que el tiempo fue evaporando, como el dolor en el punzón de los sueños, y en uno de los muchos mundos se busca quien tome tus dedos, de esos fino y pequeños. Son pocos los caminos abiertos, así como los ojos de quien añora llorar,… el olor a tierra mojada no deja escapar y nuestra madre que no espera, florece en heladas mañanas al verlas pasar, así corre la historia de quien no sabe enfrentar y conoce como entregar, entonces es mejor no pensar de mas y dejar que el viento encuentre una razón.

Fin del comienzo

Con frío de locura, ¿quien nos asegura que esto sea parte de lo real?,… me siento vacío, como si habitara fuera de ti y el deseo fuera amor o este cuanto de olvido.
¿Y si esto no fuera amor?, si no fuera real como el deseo, si no fuera mentira como una sala que sin gente se encuentra vacía,… si desde el puente abajo veo el río y me dejo llevar, como un imán que tu de tierra me llevas al suelo y yo hacia ti caigo de gravedad.
Es de recordar la ciencia de lo venido y algunas veces es mejor no preguntar,… como todo lo que tiene un principio tiene un final.

El amor entre el recuerdo y el olvido

Recuerdo un recuerdo triste que me recuerda una y otra vez, como alguien que existe y un día fue lo que hoy no es,… fue un sueño que se hundió, como las chiquillas que ciegas e inexactas se evaporan en amores, donde otros amores ya se han ido y de ellos no queda mas que el recuerdo de haber vivido,… también recuerdo que alguien se paseaba por el jardín, entre naranjas muertas y marchitas al sol, un portón que incauto sumergía los rincones perdidos del corazón, las flores blancas colgaban de la vida, como las putas que aun esperaban pacientes en el rincón,… también recuerdo de entonces que un recuerdo era mas que haber vivido, que un latido siempre esperaba el beso de algún amorío, como el tren que en oxido se durmió cuando la noche caía en su noche y la paciencia no dormía en el olvido,… es mejor dejar que pase el recuerdo, a ver si este se lleva lo que a dejado una vida, una que te hace comprender el olvido, como un recuerdo que ya se vuelve añejo y amarillo.

El paseo del olvido

Y como no haber muerto en sus brazos, si el agua mas calida se encontraba en ellos y el arrullo mas ingenuo corría en su cintura,… como mis manos que caían con el viento y su beso que escapaba a la cordura. Era sangre de solsticio y espuma mañanera, de noche que eclipsaba cualquier sonrisa y movimiento de marea,… era esquizofrenia de correr desnudo, como se corre cuando se es niño y no se teme a la opinión de cualquiera. Ha pasado tanta agua por estos ojos ya cansados, tantos soles de invierno y primaveras, como tantas penas guarda esta sonrisa,… sonrisa que ya se vuelve tosca y de madera. Es tan complejo morir en muerte prestada, tan solitario el pasar de un mendigo, que como mano de leproso no quiere ser tocada ni vista,… así pasa el tiempo y se olvida hasta el olvido, como ahora que se olvida,… lo vivido.

Camarón dormido

Sin escuchar y cansado de hablar,
el equilibrio abandona el paso
y así no se puede caminar.

Con la mente en cero solo escucho mi voz
y equilibrar se vuelve certero,
como meditar sin controlar el miedo,
es ser ciego espanto, sordo llanto y mudo viento.

Suelo ser abrazo olvidado o maldición de agujas,
a la sombra de múltiples sonidos del río que suena y se lleva lo podrido.

Pies de piedra son estos que a la sombra del huracán,
no deja de dar pasos que sin mirar un punto fijo,
donde lo mordido se vuelva sal.

Volver del sueño “aparecida”

Llevo tu nombre de tatuaje y de ropas tu sonrisa,…
se que me borrare de tu piel y será mi ultima caricia,
de mes en mes así me destiñere.

Habrá silencio pueblerino y dudas al partir,
postales consabidas y basuras en el camino.

Será una pesadilla de mueso,
un sueño de viaje sin subvenir,
como esta carta no llega y se vuelve solo una pesadilla de partir.

Tu boca carmesí aun sigue a mi lado,
como un verso sin terminar,…
cuando tú preguntas donde queda mi abril.

Arrojo palabras al viento,
como curso que toma la vida y al compás de tu abrazo
se va la tarde arrullos y brisa del mar.

Arrullo a la pena

Sentir tu pena oscilante al son del llanto, es pena mía que curte el sueño como este sabor amargo. Ser inerte que habita tu encanto, es ver la vida con el trozo más pequeño que abandona el vientre y dos pechos llenos de cantos.
Deja que hable tu cercanía, que no conoces la razón de la soledad, deja pasar esta falta de luz que pronto será esencia de olvido, deja que tu llanto corra como el río, que pronto la vida sonríe en solo un suspiro.
La sombra siempre pasa y las puertas se cierran, pero la vida sigue,… sigue y sigue, como un día continuó su camino,… para no volver sobre los pasos ya dados y sentir que el vivir valió lo dolido.
El alma nunca seca su raíz, ni la flor del olvido, pero deja que este verso llegue al fin a destino, no soy quien quisiera y me refugio en el recuerdo vendido, como algún día seré vida en lo que jamás se habrá perdido.

El sueño de tenerte

Sentirte de nuevo en mi cama, desliando la sutil letra por tu espalda, suave y delicada caricia que llama a la calma.
Ahí es donde empieza el roce y tu falda, como navío en descuido que hunde su fama,… me vuelvo cohete en llamas y frágil gorrión que canta en tu alma.
Entonces amar se hace preciso y seguir se vuelve urgente en esta nada, como sentir que aun sueñas con mi abrazo y que aquí todavía aguarda tu almohada.

De palabra compleja

La cisma de este verso logra demudarme,
Lenitivo camino por esta senda,
Anhelando un respiro de tu boca,
Viendo la parsimonia de tu andar.

Discierno la animadversión de los apócrifos que te rodean,
Que impetran tu partida de mis brazos,
Buscando la irresoluta soledad,
En el mas crucial de los momentos.

Entonces discierno entre la niebla soliviantada,…
El abstruso acto de amilanar estas palabras,
Me vuelve inerme en tu ausencia,
Mientras atónito busco tu acicate.

Entonces logro la aquiescencia en tus manos,
La plenitud en tu largo cuello,
Y la exultación en tus besos.

Calido día de invierno

Un beso rasante cortó el aire en un suspiro,
miradas faltaron pero tu vista en mis ojos calaba hondo,…
Era día calido de invierno,
como de esos que quedan en la memoria
y marcan la eternidad del instante.
Nos dijimos tantas cosas sin hablarlas,
como columpiando la vida sonreímos las penas que ya no llaman,
y en la odisea de un beso rescatamos el aliento,
ese que te recuerda la bonita idea de vivir la vida.
El silencio nos acompañó,…y nosotros a el,
con la sonrisa mas discreta y el pecho lleno,
tan lleno que en el abrazo de los mil días no falto arrojar un te quiero.

Perdido en la ciudad

Me siento en el borde de los bordes, como esperando la caída mas eterna de esta tierra, si tan solo fuera caer,… caer y caer bajo la sombra de esta entelequia, sin buscar paradero bajo las sabanas que aun me esperan. Seria sombra triste de la pena más oscura, sol de media noche o nube de arrebol en invierno. Saltar seria lo correcto, caer seria justo y morir seria consecuencia, como esa oscura tarde donde el sol anda bajo y la tierra lo llama al descanso. Deja que tome un último respiro, uno bien hondo para sacar este grito, uno que colme la paciencia de un suspiro y guarde la potencia de tú aroma en el que aun me cobijo. Como no haber bebido de su luz intransigente, si este es mi último sorbo y la luna a gritos llama su presencia, como estas manos que aun guardan sus caricias y esperan en su ausencia, ausencia presente en toda esta histeria de versos sin versos y de amores sin amores, como la mas bella historia de un moribundo en su caída de emociones. Aun sigo al borde y las letras me siguen, como el pasto a la tierra, como tu presencia a lo que hoy desdeña.

El sutil profano

Siento clara la mente y suspiro tras suspiro sale mi lengua brillante con versos disonantes, como si la voraz garganta de la dicha sorbiera mi verborrea en cada instante. Es difícil saber si la sonrisa merma el llanto, pero entre dedos y aullidos, la alquimia de ir a tus adentros logra el dulce sentido de correr en la ensenada tu vientre. Es tan húmedo y cálido,… si aun siento la fragancia de amarte correr por mi cuerpo, es la sinfonía de ires y venires, la extraña conjunción de verte a los ojos y tu viendo a nada, mientras galopas al encuentro de tu luz. Es sentir tu vos calma gritando en círculos, como si un ocho cayera al suelo y en saltos de rodillas cayéramos en el,… es infinito en finito encuentro, como el amor de amarte, como la vida de vivirte, como el lugar de la despedida, donde jamás volveremos a despedirnos y encontrarnos.

Donde Mabel se durmió

Murió la edad donde Mabel era la protegida y sin música la vida cambio, andaba todo al revés y sin ella todo se fue. Dejo la salida de baile en baile, de juerga con las amigas y la pista vacía, así con las luces se protegía, girando y girando le hablo a el, lleno de comentarios de rigor y mentiras,… oculta en la multitud y su cuerpo recostado sobre el de el. Fingió saber cuando recién aprendía, entonces como tatuaje desteñido me fui borrando de su piel, con el curso de las manos de el que decoloraban mi nombre de su piel,… ella dirá que fue la media noche, dirá que la luces de color la durmieron y en un segundo de descuido recobrara mi corazón. Así es Mabel, hay un dolor abandonado, el que seguirá con los años y en el rincón de nunca más, tu pasión de utilería ya no servirá para recordar.

Perdido en el viento

Perderme en tus ojos una vez más,
es como estar en un letrero sin saber leer,
lo único que se hace es perderse bien otra vez,…
Como perdido en mi mismo y en ti también.

Diamantes arroja el cielo y se que en ti va a llover.
Me lanzo a tu encuentro y siento el hielo,
arropado en la cobija de tus labios espero,
es breve instante que parece un año
cuando mi vida corre en tus manos,…

Me abrazo a un árbol y temo a la gente,
se que no es inteligente pero el miedo amarra.
Es nuestra historia de amor arrastrada hasta el mar,
como estrella hecha cristal
que un forajido huracán asota en la playa del deseo
y escupe a los cuatro vientos la penumbra de un beso,…
cómplice de tu partida y enamorado del sol,
como cansado de no ver los destrozos del amor.

El reverso

Sentir tu piel tan lejos ahora es volver a ver la lluvia corriendo en mi rostro y a consuelos el viento quita las gotas de mi mejilla, como frío cariño que asoma tu imagen en frente.
El café se enfría en la ventana y su aroma fecunda las letras que se cuelan rápidas y sin censura de mi boca, es tomar tu foto en mis manos y correr al teléfono, como esperando tu llamada, esa que no llega.
Sigo en esta vereda, esa que fue de ultima salida y beso, cuando el sol salía y el diablo amaba con gotas de lluvia en el cielo, era entonces magia de desconsuelo, de esa que tarda una vida en dejarte ir y tu un instante de noche en sentirla venir.
Ahora esta tan gélida esta alcoba, tanto como mi pecho,… embarcado en la senda del olvido y recuerdo, como si la sangre abandonara mis venas y me dejara a solas con lo oscuro de un lamento.

De amor no muero

Ya te he perdido, lo se,… te fuiste tan lejos que ni a la mitad de esta carretera las encrucijadas fueron suficientes; giró el haz de luz, como si de alta mar se viera y el rumbo no se pude encontrar.
Intuyo apenas algo acerca de ti y todo lo demás esta en sombras, a veces lo quiero todo y tengo claro que no te voy a entender por que a veces importa mas verte vibrar y que seas quien quiera que seas.
Con un velo semitransparente instalado en mis ojos veo y empeñado en no ver lo que se ve, se siente el sabor de lo ahí cocinado y se recibe lo que se merece.
No lleves de mi nada que no aguantes y el tiempo siempre dirá si todo el dolor valió lo dolido, así como cuanto te quise sigas sin saberlo y esta sea solo otra herramienta sin futuro ni sendero; que de amor no muero.

45 segundos

Caigo por las veredas sonoras,
Recordando tú bamboleo al andar,
Andar de ojos claros y pasos suaves.
Corazón de cristal fue este,
Corazón que ya no vuelve a brillar,
Corazón que se ahoga en su propia cordura.
Llame a tu puerta hace mucho,
Pero temporales no dejaron tu aroma en ella,
Fueron tantas las cicatrices y palabras ahora sobre papeles,…
Me empañe durante mucho
Y vivir se volvió indoloro,
Como cada respiro que lanzo al viento,…
Sin dejar huella levante el vuelo,
Aprendiendo de la hoguera de tus manos,
Sin tocar este lado del río que se vuelve amargo,…
Aquí quedo este colchón maltratado,
Lleno de excesos y lunas llenas,
Así como de tantas horas en la pared colgadas,
Como todo un mar nuestro en el cielo,
Como este pecho que ya no sabe cuanto,
Cuanto y cuanto.
Navego por estos 45 segundos entre letras,
Sin mas que comer de estos versos antiguos,
Sin más que olvidar todo lo que digo.

Errante

Rompo al llanto ciego,
sin medida y a espasmo,
cual escalera que cruza el cielo en sones de oscuras cuerdas.

Es sinfonía de lamento,
de la más gris pena,
del más oscuro recuerdo.

Rebotan mis lágrimas en el suelo,
inmaduras niñas fugaces que corren sin importar su destino,
listas al descanso eterno.

Húmedo mi rostro gira buscando un puerto,
la vista nublada no da respiro
y las manos sucias de suelo comen de estos versos.

Esta noche a lo lejos marca el regreso,
sin paciencia ni cobijo,
con la mas sinuosa mirada que a la ilusión vuelve acertijo.

Intimo abrazo

Me envuelvo en tus brazos ahora lejanos, sosteniendo tus manos tenues y tu vista café de ojos cerrados; es como volver a ser niño un momento, ser ingenuo y sencillo, flamante poeta de lo no vendido.
Me abriga tu regazo cuando aun hace frío y tu silente beso vuelca mis labios al vacío; soy placer de tu momento, como instante de olvido, sin ser motivo que aplaque tu destino.
Deja que sea yo quien te abrace ahora, ser tu arrullo más próximo que no demora, el sostén mas lleno de tu rezo que cobija lo que enloquece por tu beso; ve como la luna que habita en mi cabeza termina siendo la ultima estrofa de tu verso.

Ver al amor desahuciado

Morir por regresar es vivir en manos del olvido,
dejando besos perdidos y ojos cerrados,
cuando se come del arrebato de mentiras.

Es encerrar el sol y con un cuchillo enterrado en el pecho
ver como se muerde del adiós.

Pero aun puedo tomar tu mano
y ver la luz de tu voz,
aun puedo ver como la vida no deja de girar
y como si fuera por ultima vez te puedo decir: quédate.

La foto de billetera

Esta noche estoy de luto en la solera,
como si la respiración se fuera,
entre humo y estrella que avienta relatos a la sombra.
Lánguido y con sangre en los ojos como esta aurora,
es paz arremolinada que corre tras las horas,
en el implante infinito de tu demora.
Quisiera ser pasto bajo tus pies pequeños,
acariciar tu planta y dedos,
cual cosquilla de sortilegio que un abunda en tu sonrisa.
En este día de cien noches observo tu marca en mi almohada,
como si tu fragancia se escapara por la ventana
y mi corazón se fuera con ella.
Si aun puedo escuchar los golpeteos de tu roca,
dura e inefable presencia de toda angustia,
como esta pena que aquí aflora,
siendo relato de la ausencia que llora.

El lazo

Tus pies arrullan los míos; como lagrima que corre lenta a su destino, esta es noche fría de adentros, es como cuando ves el viento y las hojas candidas danzan sin saber de su aliento.
Tus piernas enredadas en las mías buscan cobijo sin saberlo; como yepo de serpientes que busca su destino tibio y noche completa, esa que se queda a oscuras y entre cortinas observa.
Tu espalda y brazos son toalla de esta ceguera; son mi muerte en vida, suspiro que recoge estas lagrimas entre versos, el presagio puro de lo que no se olvida y hoy llena mi boca de silencio

Relato 7

Te imaginas si la historia hubiese sido distinta?,… y de pronto sonó el teléfono y era un mensaje tuyo,… me decías lo bien que me veía con esta ropa,… y el corazón me llego a la garganta mientras miré para todas partes a ver si te veía, a ver si te encontraba,… imagine que ahí estarías,... no lo se… que me hablarías del otro lado de la calle, quizá cruzarías o yo cruzaría,… o como en las películas en medio de la calle detendríamos el transito,… que me darías un abrazo grande y un beso,… que hablaríamos de muchas cosas pero poco de los problemas,… quizá que algo extraño y mágico pasaría, como esas imágenes del cine, cuando se detiene el tiempo y la imagen se vuelve en blancos y negros,… quizá una hoja caería en tu cabeza y el viento soplaría y la retiraría suavemente. Entonces Regina Spektor cantando Samson sonaría desde algún café,… y ahí de la mano caminaríamos por la calle libertad, rumbo a un lugar mejor y la cámara subiría y son créditos de esta historia aparecerían mientras la imagen se aleja,… como en todo final feliz y soñado de un romance complicado pero enamorado…

Solo puedo sonreír y ver a los ojos lo que nunca ocurrió

Desvanecer a la distancia

Sueño un barco tuyo y me quedo en silencio,
cuando hago una carta que espera por ti,
como este huerto de manzanas desde el día en que en ti conocí,…
se vuelve una historia este sueño
y un despierto que no traspasa la luz.

Me cuelgo de un árbol como un ave
y una estrella se asemeja tu risa.

Los pensamientos van al futuro
y solo desaparezco tras de ti.

Me vuelco a la ventana viendo como el agua cae
y marca tus huellas sin saber de si,
como este arlequín que golpea mi frente
y el tintero que se vuelve remolino tras las letras,…

Y giro,… y giro con ellas.

Son días y años,
es un amor y un sueño,
es espanto y soledad,
como el antifaz que calló bajo estos ojos,…

Como tu ventana,…

Ventana en la que colgabas tus ropas y mis suspiros,…
ventana que cerrada me ve a los ojos,
cuando cuela respiros a tu almohada
y que con voz desnuda canta sin ver tus besos ni tu llegada.

El calculo de estar

Sentir el juicio de tu espalda por robar un dulce a un niño,
cuando el no matar por hambre no te hace mejor,
si el hambre es cálculo de riesgo,
milímetro a milímetro de ansiedad incesante,
como si se quebrara una flor
y el horizonte se volviera a cien.

Inicio y te salvo de mí,
como si fuera un nacido de cristal
que en luz estalla sin remedio para olvidar.

Ahogado en libertad me reflejo en tu corte vertical,
como desquiciado de mirar el espejo ya sin imagen
…y me acerco a ti,…
y revienta mi pecho en el ciclo de desertar,
con demasiado tiempo para despertar.

Estar para tenerte

Solo tu y yo, nuestra historia donde solo somos dos,
mi vida tiene sentido por que formas parte de ella,
todo es perfecto, esclavo de mis pensamientos y dueña de mis ideas,
se que es duro cuando ves la partida
pero la distancia no es obstáculo para ninguno,
son sentimientos agarrados y cada beso juntos un relato.

Es mi corazón el que te siente y quiero estar contigo para siempre,
que seas mi pasado, presente y futuro,
el ayer, hoy y mañana estemos juntos,
quiero verte, tenerte y hacerte mía para siempre
por que tu ocupas cada momento que hay aquí en mi mente.

Un mundo para nosotros y se que parece imposible,
pero se hace fácil de sentir pero difícil de explicar,
por que esta historia tiene principio pero no final.

Relato 55

Busco un diamante en tu respiración y me baño en la espuma de tu amanecer, como fotografiando tus besos a la distancia, con empeño sanando el dolor. Entonces deje de ser hombre y tu niña, te saboree tan dulcemente, a menos de un suspiro, con tal delicia que me quede en la caricia de un simple abrazo. Nada podía tocarnos, nada más que un silencio robando nuestra voz. Como el tiempo pasamos, como sol tras tus ojos y cada estación. Hablar de ti es volver a los pasajes que ya no recuerdo, golpeando mis venas con delicadas pestañas, como el viento en la hojarasca. Ahora busco de espaldas mis manos, tal vez como las pequeñas palabras de un viejo libro, uno que sabe cuando te quiero y de las sombras que ya no veo.

Lo delicioso de no ser olvido

Que delicia es tomar tu cuerpo entre mis brazos,
sentir tu pecho latiendo fuerte en un suspiro recogido,
como si tomáramos un respiro de lo habido
y sorteáramos la desdicha del olvido.

Si aun te recuerdo en mi cuerpo tembloroso e impregnado a ti,
cierro mis ojos y en mi lengua aun te saboreo,
eres miel que escurre despacio en mis manos,
como delicada caricia de tu aroma profanado.

En mis ojos aun puedo ver los tuyos,
así como tu canto aun suena en mi oído,
deja que este canto sea solo mío

y que mi arrullo no viva en el olvido tuyo.

Atado a un amor

Veo las escamas de tu discurso,
escamas que cortan mi cara a cada palabra escupida en furia,
como si la vida se fuera por la puerta chica
y el amor la siguiera de cerca.

No logro tomar tus dos manos a la vez,
cuando tu rostro gira en la oscuridad,
alejándote despacio y desapareciendo a cada momento.

Mis pies se pegan al suelo,
entre barro y desencanto,
como si me hundiera en la triste idea de perderte
y nunca volver a verte.

Corto por lo angosto y me arrojo a las letras,
quizá buscando el vomito de esta pena
o el alarido estremecedor de la rabia que se aferra,
es furia entre dientes
y lagrima apretada de estas manos que no saben tocar el corazón,
ni llamar al deseo por pasión.

Primavera por libertad

El camino esta torcido, son cosa del destino,…
Como si nos quisiera morder el negro telón,
diciendo que acabo nuestra función.
Quisiera haber tomado lo que no supe tomar,
sin despertar por que salga el sol,
ni guardar los pecados que hoy me quiero quitar,…
Seria mas divertido si no tuviéramos que perder,
ni soñar por que nos hemos quedado dormidos,
como un momento volando en sinfonía, muy alto y al otro sin ruido,
con los pies mojados de llorar y la vida regando el cielo,…
Aun cuando me cuesta morir y quedar bajo las hojas,
veo el mapa de tu rostro en el mas inmenso océano,
como de un viaje eterno de dos pasajeros,
donde es incierto el destino y solo queda las vías descarrilar,…
Cierro fuerte mi boca, sin tener tú nombre atado a ella;
Asumiendo que faltarían las palabras y sobrarían sentimientos,
por que nada cambia el tiempo, ni la vida en solo un momento.

Nos cruzamos por la calle

Somos dos seres distintos amándose por vez primera,
con el mas dulce magnetismo,
como si tuviéramos cargas distintas buscando lo mismo.

Nuestras lágrimas ya se fueron al cielo,
cuando la tierra estaba quieta y el sol giraba,
buscamos las grietas en el corazón
mientras encontraba versos y tu una razón.

la esencia de estar

Hoy quiero ser poesía en tus manos, escurrir en tus dedos como sueño en colores chocolate, con aroma a almendra y nuez; dulce juez que acoge tus dictámenes como el reo que asume sus penas y acata la ley del carcelero.
Deja que sea tu preso en el día de las mil noches, que recorra tus estancias a oscuras palpando tus esquinas a cada paso…
Entonces seré el sonido de tus pasos, perpetua presencia en la soledad de tus sueños y camino de luz en esos ojos brillantes; mis mejores versos serán tan reales como mi mar de abrazos que riegan hoy tu costa,…
El amante sin caballo, ni capa que envuelva tu silueta pero que en cada arrullo sobrecoge al amor de tan infinita presencia.

El deseo de ir a casa

Floto como cayendo en mares de lodo,
la brisa acompaña mi suspiro
y el mando de la noche llama a las condolencias del destino.

Me revuelco en las lágrimas de la memoria
y la tierra se mete en mis dedos,
como respirando hondo en la mas gloriosa estupidez.

Alzo mis manos al aire viendo como roda la vida
y cae en pedazos la puta existencia de ser viajero en su propia esencia,
pasajero de piel estirada que solo observa y observa.

Como notas de guitarras volátiles se enciende el avance improvisado,
sin desvíos que logren llegar,
se asoma la dicha del frío
y el viento que rebana la ansiedad.

Este vuelo cansa con el peso del oro
y no llega a casa,
como estos versos arrastrados que solo lloran en pasos cansados.

La distancia es infinita en el abrazo,
como esta pena que alimenta mis gusanos
y la inmensa agonía de ver tu partida,
sin mis dedos acogiendo tus manos.

Ser semitransparente

Me vuelvo semitransparente un día,
uno que se instala frente a los ojos
y empeñado a no ver uno sube la apuesta.

Como un mundo complejo de apariencia que se quiebra
y siente el sabor de todas las versiones con solo una certeza.

Sigo mi camino como a cada cual le parece,
cuando el tiempo se va y se va y no vuelve,
como las lagrimas que se arrojan al cielo
cuando todo parece girar,
es corazón que sana para volver a quebrarse.

Mas y menos todo cambia,
enroscado en tormento como tapiz rasgado por el viento,
buscando la sombra antigua de una catedral,
siglo violento lleno de gárgolas que sobrevuelan la ciudad
y este descascarado barniz oculta la existencia de este ser semitransparente,
el día que se visible se volvió este.

Despierten si están dormidos

Recorro tu ultimo beso en mis manos,
como quien roba la vida en suspiro
o atiende a la muerte en su abrazo.
Mi cama fría mira desde lejos cuando el silencio aturde la venganza
y mis manos llaman a la agonía,…

como no haber tomado tus besos en mi boca,
si el dulce capricho de tenerlos
sumergía en magia las presencias de los santos y mi voz,..
mi voz se volvía leche tibia entre arrullos de mañanas largas y de sabanas.

Hoy nuestro cielo se ha nublado de llorar,
como tus ojos aquí en frente,
ya no me hablas, ni miradas cruzamos,…
solo sorbemos la sal de la derrota,…
cuando ya las gotas acarician suaves los techos,…
como músico que imprime su sinfonía de llanto,
esculpiendo una a una las gotas,
notas tristes de cuerdas melancólicas.

El pecho partido,
estrangulando el rostro entre las manos
y el llanto ahogando la garganta,
bebiendo el mar espeso de lagrimas atrapadas,…
y la vida,…
y las ilusiones,…
y los abrazo,…
todo fundido en este suelo que aguarda por los huesos.

El amor muerto sangra oscuro en las letras,
como siervo herido sin cazador,…
agonizante suspiro sin ventana que de respiro,…
respiro que salve el amor que yace ahí tendido.

Morir en los brazos de Valkiria

Sucumbir en los brazos de Valkiria
era hundirse hondo en sus tinieblas,
húmedas y cálidas como el averno insipiente,
como en los comienzos del tiempo,
cuando el tiempo no era tiempo
y el averno sobrecogía de belleza.

Entonces la luna cantaba
y las nubes acariciaban sus versos,
era noche sin muerte y la luz abrigadora,
la vida corría en gotas como el aliento tibio de la marea.

Canta Valkiria, se escuchaba en el bosque,
como susurro ensordecedor entre las hojas y flores,
entonces sucumbir en los brazos de Valkiria era paroxismo de la agonía
y correr a su encuentro la vida de largo techo sin noche.

Hoy Valkiria duerme en mis brazos sin paraje
y su canto ya no llama funerales.

Valkiria de mis sueños susurra este ultimo verso,
como si fuera tu ultimo y mejor verbo,...
y mis líneas tu ultimo aliento.

Dependencia benzodiacepinica

Siento el silencio,… y la angustia en la garganta, de esas que no gustan al tacto, ni verlas regadas. Quizá hoy es día distinto, uno que te arroja al suelo y riega tu cuerpo de dolor; a momentos surco el recuerdo, como buscando el escape mas perfecto o la muerte entreverada que llame a mi puerta, como desde hace tanto espero. Si la vida ya es una lucha perdida, una que nunca ganaremos,… y la vemos pasar, y nos invita a estar, y se lleva los suspiros a cada paso, y nos enreda la vista en negro. Una danza tétrica que nos envuelve y nos guía al más oscuro averno. Me hace pensar,… un día vi a la muerte a los ojos,… me sonrió,… y la bese. La bese tanto que aquí me dejo, como esperando mi turno, ese que nunca llega por que de mi se olvido. Estas líneas pasan, como el agua a una bufanda y la muerte ronda entre angustias; yo aquí la espero sentado, escribiendo estas líneas,… y muriendo canto a su nombre, como ella mi destino.

Carta 1 del enamorado

Hablo contigo,... contigo y sin ti,… Por que no te tengo aquí junto,... y te extraño,… Como un sediento el agua o un mendigo un abrazo,... es como si me sacaran el aire a apretones y buscara un respiro uno que solo lleva tu nombre. Se que me amas y sabes que yo a ti,... desde lo mas profundo de mi ser. Me haces falta amor,... tanta falta como tranquilidad a un israelí, como comida a un hambriento,... si solo te tuviera aquí,... si solo te pudiera tomar entre mis brazos,... si con un te amo recorriera esta distancia.
A ratos te busco en las paredes, escribo tu nombre y se borra de tanto leerlo. Es cierto, te extraño,... pero no me calma el saber que estas aquí. Necesito sentir tu abrazo calido, tu beso apretado,... tus manos en mi hombro,... tu sonrisa en mis ojos,... es cierto, te extraño pero no me contenta perderte cada día bajo la sombra de tu puerta,… Si solo te tuviera en mi cama ahora, si pudiera morder tu cuello, si pudiera rozar tu pecho,... sorbería tu sabor en mi lengua, como masticando el destino aun no escrito y la vida aun no hecha.
A veces me detengo y pienso,... si una flor no es un juramento, si un beso no es promesa,... si el amor no es contrato,... ¿como te tengo ahora? la distancia se vuelve infinita como tus ojos,... y fría como despedida.
Yo desde aquí te espero cada día, cada eterna noche,... como buscando tu llegada a lo lejos o un toque a mi puerta,... te extraño es cierto,... pero mas cierto es que te amo, te amo como la vida a la muerte o un atleta a sus zapatos.

Manos talladas

Aun llevo escritas las manos y el sol se pone en las aguas amarillas, un momento de silencio sirve de guarida a lo que adentro llevo, cuando la respiración se hace difícil y alejarte de mi mente imposible.

Son un par de horas las que han pasado de no tenerte y mi pecho te llama a la distancia, si pareciera que a suspiros veo tu nombre en la ventana.

A momentos la espera es infinita,… como tus ojos al ver lo míos, como si la vida se fuera en un instante,… y al otro tomaras mis labios entre los tuyos.

Respiro hondo, y tu voz clava mi mente, como recordando el rugido de una habitación, que destartalada arropa un amor desatado, entre idas y venidas, entre amor y animadversión, entre caricias y suspiros, entre tu y yo.

El pecado de amarte

Es noche madura y mastico tu nombre en mis dientes,
como mordiendo aun tus besos en mi boca
y saboreando tus dulces labios llenos de mi bien.
Es noche de correr a oscuras y furtivo,
con tu sonrisa de bandera,
desnudos y maniatados.
Si aun puedo recorrer tu cuerpo con mis manos,
la memoria no falla y el deseo inunda,
es masaje a la memoria incesante
que carcome las ganas de volver a tocarte.
Ya te haz ido de mi mano aun abierta
y el día socorre mi lamento,
es mañana de volver a verte y sentir como toco mi recuerdo.

Nuevas luces en el cielo

Ya es un nuevo enero
y te abrazo con las luces que azotan el cielo,
la noche canta y yo giro en tus manos.

Es día lento y noche rápida,
como tus besos a las seis de la mañana
o mis manos ya con la luz del alba.

Es sinfonía que sigue
y la eternidad va de nuestras manos,
es tocar el cielo con los dedos
y los pies en punta rozando el suelo,
solo vemos arriba,
cuando nuestros pechos reúnen estruendos
y en un abrazo sellamos el silencio,
silencio que se vuelve pleno
y un amor que socorre a lo eterno.

Bajo este lugar de encuentro,
es desde donde hoy saludamos el mañana,
un mañana que no termina en un hoy
y beso que se vuelve amanecer entre el tumulto del silencio.